Entre el 4 y el 14 de noviembre, delegados del Gobierno y de las FARC-EP se reúnen en La Habana con el propósito de construir un nuevo Acuerdo Final, hecho que sería anunciado al final de este periodo y daría inicio a reuniones de socialización y de pedagogía sobre el nuevo texto antes de su refrendación en el Congreso de la República. El nuevo Acuerdo, de 310 páginas, comprendía ajustes y precisiones en todos los puntos de la agenda acordados, entre ellos: la eliminación de la idea de incorporar el Acuerdo dentro del bloque de constitucionalidad, el fortalecimiento de la participación de las víctimas en las circunscripciones transitorias y en la reforma rural, la aclaración sobre la responsabilidad única del Gobierno en la implementación, la precisión sobre la posibilidad del Gobierno de optar por la erradicación forzosa y la aspersión de cultivos ilícitos en caso que la sustitución no funcione, la precisión sobre las características y mecanismos para la restricción efectiva de la pena de los integrantes de FARC, entre otros ajustes.